REVISTA DE PRENSA: TODAS LAS TUMBAS DE MACHADO





 elmundo.es

CULTURA La Junta retoma la vieja idea, nacida en el franquismo, de repatriar los restos del poeta

Todas las tumbas de Machado

  • Los intentos por 'recuperar' la figura del poeta comienzan a principios de los 40

  • El franquismo puso empeño en arrebatar a la izquierda la memoria de Machado

  • Fraga, Suárez, Zapatero, Monteseirín y otros lo propusieron en distintos momentos

  • Muñoz Molina contestó citando a Machado: 'Sólo la tierra en que se muere es nuestra'

Tumba de Antonio Machado en Collioure (sur de Francia).
Tumba de Antonio Machado en Collioure (sur de Francia). FUNDACIÓN ANTONIO MACHADO
 
Banderas y lazos con los colores de la República Española cubren estos días -y muchos a lo largo del año- la humilde tumba de Antonio Machado en Collioure, en el departamento francés de los Pirineos Orientales, a apenas 26 kilómetros de la frontera española. Es la demostración palpable de cómo la figura del poeta ha quedado adscrita, sin matices, a uno de los dos bandos contendientes en la Guerra Civil. Pero la historia real tiene muchos más vericuetos.
Esta semana, coincidiendo con el 75 aniversario de su muerte, el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, ha aventado el debate sobre el destino de los restos de Machado, apostando -primero, sutilmente; después, a la vista del éxito mediático de sus palabras, con mayor firmeza- por su traslado a Sevilla, donde nació el poeta en 1875. La reivindicación de sus restos por parte de un político socialista parece ir en la misma línea que la que describen las banderas de la tumba. Y sin embargo, no es así.
Muñoz Molina a Zapatero: "Sólo la tierra en que se muere es nuestra"
Ni el debate es nuevo ni ha sido la izquierda política y social la que con más ahínco ha reclamado la repatriación de los huesos del autor de Campos de Castilla. Más bien al contrario, quienes primero lo reclamaron fueron intelectuales falangistas y franquistas moderados, y lo hicieron muy poco después de terminada la guerra, en los primeros años 40.
Los intentos de recuperación de Machado en el franquismo -y para la causa franquista- son muy tempranos. El primer gesto, como analiza el profesor Javier Muñoz Soro ('Despojos despojados'. Cercles. Revista de Historia Cultural, 2013), corresponde a Dionisio Ridruejo, que en 1941 promueve y prologa una edición de las 'Obras completas' del poeta sevillano que generó tensiones en el gobierno de Franco.
La voluntad de recuperar la figura de Machado desde el seno del franquismo responde a dos intenciones, que a veces caminan juntas. Hay, por un lado, una motivación intelectualmente honesta, por aliviar la carga 'izquierdista' del escritor, destacando la raíz humanista y cristiana de su poesía, para convertirlo así en un 'poeta nacional' por encima de ideologías. Por otro, se pretende evitar que su figura se convierta en un emblema de los antifranquistas, que empiezan a reunirse en torno a su figura y a su tumba como lugar simbólico. En ese escenario se entiende mejor el juego de fuerzas contrapuestas: el franquismo -o parte de él- quiere repatriar los restos; la izquierda -en el exilio- prefiere que permanezcan en Collioure.
El retorno de Machado se convierte en cuestión de Estado a partir de los años 50, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores contacta con José, único hermano vivo del poeta, exiliado en Chile, para conocer su opinión. Recibe como respuesta una negativa tajante. La misma que ofreció en 1957, después de que la Real Academia de la Lengua creara una comisión con ese objetivo. Ni la mediación de Gerardo Diego sirvió para lograr un acercamiento de postura: los restos de Antonio no regresarían a España mientras el país estuviera bajo una dictadura.
Exteriores -se entiende que con el beneplácito del dictador- no cejó. Contrató a un abogado francés, Roger Blateau, que presentó la solicitud ante el departamento de Pirineos Orientales y presionó a las autoridades francesas para aliviar la carga política de los cada vez más frecuentes homenajes a Machado. También se intentó utilizar a la viuda de Manuel Machado y a las sobrinas del poeta residentes en Madrid, ellas sí partidarias de la repatriación.
Dionisio Ridruejo prologó las 'Obras completas' de Machado en 1941
La siguiente oleada se produce a partir de 1966, y la protagoniza el joven ministro Manuel Fraga Iribarne. Cuenta con una 'ventaja' a su favor, la muerte -en 1958- de José, el legatario de la herencia moral de la familia. Intenta de nuevo utilizar a sus sobrinas, y pone su mirada en Soria, donde está enterrada Leonor, la esposa del poeta y donde unos años antes se había inaugurado un parador de turismo con el nombre de Antonio Machado. El franquismo, de nuevo, intentando apropiarse del símbolo o, al menos, de evitar el monopolio sobre él de los antifranquistas.
El Ayuntamiento de Soria aprueba una moción al respecto, y en 1969, para evitar que decaiga la iniciativa, representantes de la sociedad civil soriana -en torno al Aula Medinaceli- tratan de reactivar el asunto pidiendo al alcalde que reanude las gestiones. Todos los intentos caen en saco roto.
La llegada de la democracia renueva los deseos. Se conocen gestiones en la etapa de Adolfo Suárez, que provocan la airada protesta de José Bergamín, que denuncia «el tráfico indecoroso de cadáveres ilustres que inició el franquismo para enmascarar malas conciencias». También en esa época se poducen movimientos desde Sevilla, primero en torno al diario Abc y más tarde promovidos por sectores cercanos al PSOE y la UGT.
La personalidad de Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno entre 1982 y 1991 y convencido partidario de que los restos de Machado deben permanecer en Collioure, neutraliza durante unos años el anhelo de la repatriación.
Los intentos regresan, curiosamente, de manos de un gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente se lo expuso a un grupo de intelectuales en La Moncloa en el año 2004, como relata Antonio Muñoz Molina en su libro 'Todo lo que era sólido'. Se encontró, por cierto, con el rechazo del escritor de Úbeda.
Antes de la vigente iniciativa del consejero Luciano Alonso, que incluso ha puesto fecha para el traslado (2025, en el 150 aniversario del nacimiento de Antonio Machado), aún hay constancia de otro intento anterior, el de Alfredo Sánchez Monteseirín en 2009. A todos cabría recordarle, como hizo Muñoz Molina con Zapatero, un verso de Machado: 'Sólo la tierra en que se muere es nuestra'.

Las fechas clave del 'rescate' del poeta

1941 Publicación de las 'Obras completas' de Antonio Machado con prólogo de Dionisio Ridruejo. Años 50 Contactos del Ministerio de Asuntos Exteriores con José Machado para repatriar los restos. 1957 La Real Academia contacta con José Machado a través de Gerardo Diego. El hermano del poeta se opone de nuevo. 1960 Se inaugura en Soria un parador de turismo con el nombre de Antonio Machado . 1966 El ministro Manuel Fraga retoma la idea de la repatriación. 1969 El Aula Medinaceli de Soria pide al alcalde de la ciudad que reactive las gestiones. 1975 Intentos desde Sevilla, nucleados por el diario Abc. 1979 Sondeos políticos del Gobierno de Suárez. José Bergamín critica «el tráfico indecoroso de cadáveres ilustres». 2004 El Gobierno de Zapatero hace suya la idea. 2009 Monteseirín abandera denuevo la propuesta. 2014 La iniciativa parte ahora de la Junta, que pone fecha: 2025

Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2014/03/01/5311b25be2704e497a8b456e.html