(Fragmento)
I
¡Vivir es recordar! ¿Y quién olvida
la juventud querida?
¡Esa piedad de perpetua bienandanza
que nos siembra de flores el camino
y nos muestra el destino
bañado por el sol de la esperanza!
II
¡Quién, aun hallando el puerto deseado,
no llega fatigado!
¡Quién al sentir el alma dolorida
del mundo por los ásperos abrojos,
¡ay! no vuelve los ojos
a los primeros años de la vida!
III
¡Cómo olvidar las apacibles horas
de risas seductoras,
que en el hogar henchida de terneza
nuestra amorosa madre nos reparte!
¡Cómo podré olvidarte,
cuna donde nací, noble Baeza!
IV
Mi adorada ciudad de Andalucía
donde alegre vivía
en unión de los seres queridos,
ciudad do mi niñez pasó serena,
y cuyo nombre suena
cual música celeste en mis oidos.
V
Hoy la nostalgia cruel que me devora,
le presta bienhechora
al corazón dulcísimo consuelo;
porque al pensar en ti, patria querida,
recobro aquella vida
que apacible gocé bajo tu cielo!
VI
¡Mirad la majestad con que se asoma
sobre empinada loma
y el horizonte espléndido domina,
destacándose altiva cual si fuera
una ciudad guerrera
que llorase entre escombros su ruina!
VII
A manera de fuertes cinturones,
sus viejos torreones
y sus rotas murallas la circundan,
y las aguas del Betis caudaloso,
su prado deleitoso
y sus campiñas fértiles fecundan.
VIII
¡Que hermoso y qué feraz su rico suelo!
¡Cuán alegre su cielo!
¡Cuánto su historia a meditar convida,
y sus huertas bellísimas y amenas,
cuántas, cuántas escenas
le recuerdan al alma dolorida!
JOSÉ JURADO DE LA PARRA
(Baeza, 1856 - Málaga, 1943)
___________________________
José Jurado de la Parra, Diego (Poema), Madrid, Librería de Fernándo Fe, 1886.