BAEZA SEGÚN ANTONIO PONZ EN 'VIAGE DE ESPAÑA' (MADRID, 1791)

Portada del tomo XVI de Viage de España, de Antonio Ponz




60 Baeza ha sido en todos tiempos Ciudad de mucha consideración, y acaso nunca menos que en los nuestros, por lo que toca a su extensión, industria, poder, y vecindario: el actual se regula de unos tres mil vecinos, o de quince mil almas con poca diferencia. Es tradición que tuvo más de treinta mil en su mayor opulencia. Su situación es elevada en el extremo occidental de la famosa Loma de Úbeda, distante de ésta una legua. Los moradores de Baeza logran de muchas ventajas, entre las cuales cuento las buenas vistas que se les presentan de la Capital Jaén, y de otros pueblos circunvecinos.
61 Por el de medio día corre muy profundo el Guadalquivir, distante una legua. Hubo de tener murallas fortísimas, como se reconoce por lo que queda de ellas. Sus calles son buenas y espaciosas, bastante rectas, y no mal empedradas, con diferentes plazas. La mayor, que es muy larga, está dividida en dos, mediante un cercado de manpostería alrededor de una porción de árboles. Sus antiguos edificios, parte todavía enteros, y parte arruinados, son buena prueba de que ha tenido vecinos muy opulentos de tres siglos a esta parte. Algunos han degenerado de tal manera en cuanto a su uso actual, que lo que sería un gran Palacio dos siglos ha, se convirtió en un mesón indecente, y ruinoso para una Ciudad tan digna como es Baeza; y quien sabe cuántos habrán parado en corrales, o cosa semejante.
62 Vamos ahora a recorrer las Iglesias según nuestra costumbre. La Catedral es una con la de Jaén, adonde se pasó la Silla Episcopal, quedándose aquí la tercera parte de los Canónigos. A más de la Catedral hay una Iglesia Colegiata, ocho Parroquiales, Oratorio de San Felipe Neri, nueve Conventos de Regulares, y siete más de Monjas, Casa de Educandas, y cinco o seis Hospitales.
63 El número de Hospitales siempre me ha parecido mayor de lo necesario en Pueblos grandes, y en muchos de los medianos. Mejor sería uno, o dos, y aunque fueran tres, en las Ciudades principales, perfectamente dotados, y asistidos con mucha caridad, que tantos Hospitalitos, en donde suele haber dos o tres enfermos, y a veces ninguno, consumiendo la renta los que tienen cuidado de las habitaciones, y habían de tenerlo de los enfermos si los hubiese.
64 El hombre más parece que quiere dejar fama de fundador, aunque sea en una cosa de poca importancia, que perfeccionar las fundaciones de otros, de que pudiera seguirse mayor beneficio del Público; y esto sin duda es por temor de que su memoria se obscurezca, como si para Dios no fuese más meritorio hacer bien al prójimo sin estos respetos, que rebajar el mérito dé la caridad queriendo singularizarse.
65 Aunque la Catedral participa del gótico, se renovó después de mejor gusto. La decoración de la portada principal consiste en dos cuerpos, con pilastras de orden corintio en el primero, y del compuesto en el segundo. En medio de este se representa en un gran bajo relieve el Nacimiento de Nuestra Señora, que es el Misterio titular del Templo. La invención de la expresada escultural, me aseguran que fue de un Gerónimo Prado Jesuita, trabajada después, o concluida por otro artífice, y allí se lee: Templum Deiparae Virginis Mariae Nativitati consecratum, anno 1587. También sirven de adorno en esta fachada cuatro ventanas de arquitectura jónica. Es natural que por aquel  tiempo se concluyese la renovación de la Iglesia; bien que parece no haberse acabado totalmente, faltándole la portada de los pies de ella.
66 Entre los retablos disparatados de mala talla que vi dentro de la misma, encontré también algunos con sus fachaditas particulares muy graciosas. Una de estas es de mármol con dos columnas corintias, y una medalla o medio relieve de Santiago a caballo. También es de mármol la de la Capilla de San Joseph, de aquel estilo plateresco y diligentísimo que se usaba en la edad de Carlos V; encima está la figura del Santo,
67 Otras dos Capillas hay También de buen estilo, y caprichosas labores, y son la una de los Ayalas, y la otra de los Morenos. Encima de esta se expresa muy bien el Misterio de la Anunciación. Todas las dichas Capillas están en la nave del lado del Evangelio; pero en la del lado de la Epístola hay otra que merece nombrarse por la pintura del retablo, que también representa la Anunciación, con esta firma: Joannes Stefhanus faciebat Ubetae 1666. Ahí tiene V. un hallazgo, que si lo hubiera hecho Palomino, no hubiera dejado de poner (y con mucha razón) a Juan Esteban de Úbeda en el catálogo de los Pintores insignes, cuyas vidas escribió. Entre las pilastras que adornan la Capilla de San Miguel, se representan Apóstoles con algunas figuras alegóricas de Virtudes, y en el remate una medalla que del tamaño del natural representa al Señor difunto. Algunos cuadros en la Sacristía, de los Evangelistas, y el Salvador me 'parecieron del estilo del citado Juan Esteban de Úbeda.
68 Enfrente de la puerta y gradería por donde entramos en la Catedral hay una plaza, y en ella una fuente, adornada de Cariátides, y otras labores de la edad media de las Artes: obra arreglada, pero que necesita repararse por mano inteligente.
69 Vamos ahora a otro edificio que me ha dado mucho gusto, y es la Universidad literaria. La portada que consta de pilastras dóricas en el primer cuerpo, y jónicas en el segundo, con muy finas labores en el friso, y cornisamento del frontispicio, se presenta grandemente, acompañando las figuras de las enjutas del arco, y las seis ventanas delicadamente adornadas con sus dos columnitas jónicas cada una. La portada de la Iglesia adjunta, o Capilla de San Juan Evangelista, que mira hacia poniente, tiene asimismo su decoración de columnas corintias. La interior es de pilastras del mismo orden, y el Coro lo sostienen ocho columnas de orden dórico. Los tres retablos de dicha Iglesia son de buen gusto en sus labores, como lo demás, y lo mismo el Sepulcro del Ampliador de estos Estudios Don Pedro Fernández de Córdoba, Canónigo de Jaén. El Teatro de esta Universidad es bella pieza, como el artesonado de su techo.
70 En fin todo este edificio es muy digno del objeto a que se destinó, y correspondiente al mérito de su acreditado Arquitecto, de quien hablaré a V. No son las partes menos importantes en él la magnífica escalera, y el famoso patio, adonde corresponden las Aulas, cuyas galerías alta y baja son sostenidas cada una de veinte columnas de mármol. Dejando aparte el mérito arquitectónico de esta fábrica, no es creíble cuan perfecta y acabada es en lo que toca a la cantería, unión de piedras, &c, y casi lo mismo puede decirse de los otros edificios principales de Baeza coetáneos a este.
71 No muy distante, entre la Catedral y la Universidad, se encuentra una muy linda Casa de PP. de San Felipe Neri, con un patio suntuoso, doble galería, y cuarenta columnas de mármol que sostienen la baja y la alta: en cada una de ellas permanecen ornatos de buen gusto, pero después se han hecho otros que no lo son, como se ve en la escalera. Me han dicho que este edificio fue cedido por los Condes de Benavente a la Congregación, reservándose algunas piezas. La Iglesia está llena de pinturas, que por lo regular son copias más, o menos exactas, de obras de Murillo, y de otros Sevillanos. Entre ellas hay algo original. Se conserva la portada de cuando era Palacio, con sus labores de la edad media.
72 No quiero dejar para lo último una de las obras de Baeza, que merece ser nombrada de las primeras, y es en la Iglesia del Convento de San Francisco su magnífica Capilla mayor. La portada de dicha Iglesia consiste en un gran arco, y dentro de él está el ingreso adornado de cuatro columnas dóricas, con sus nichos en los intercolumnios, y encima un bajo relieve, que expresa la impresión de las Llagas de S. Francisco.
73 Lo más notable de todo es la mencionada Capilla mayor, que viene a ser un espacioso cuadro, y de una grande altura, con cuatro arcos, uno a cada lado, sobre ocho columnas extremamente elevadas, y además otras cuatro anichadas en los cuatro ángulos. El Arquitecto, Profesor sin duda de gran mérito, y muy original, se tomó alguna licencia en dar tanta elevación a las columnas; pero tuvo seguramente sus razones; pues no hizo tal en otros célebres edificios de su mano. Cabalmente esto, «me tendrán los rigoristas por un error, le da a la Capilla mayor grandiosidad, y al mismo tiempo gentileza.
74 En las pechinas de los arcos están representados de escultura los Santos Doctores y Evangelistas, y en veinte y seis nichos alrededor de la Capilla otros tantos Santos de la Orden de San Francisco: baje de estos nichos hay Martirios de Apóstoles, &c, y en el medio de los testeros colaterales, esto es, en el lado del Evangelio, el Nacimiento, la Adoración de los Reyes, y la Resurrección: en el de la Epístola los Desposorios de Nuestra Señora, la Visitación y la Asunción, toda esta escultura dentro de retablitos de orden compuesto. Se ven asimismo en esta Capilla los escudos de armas de los Benavides, y Sandovales.
75 Por todo el recinto de ella hay labores delicadas de bonísima talla; pero a esta Obra, digna de alabanza en todas las partes referidas, hasta en los graciosos artesonados de los arcos, &c. ¿creerá V. que le han añadido un mal retablo mayor moderno, arrimando (como yo me figuro que habrán hecho) el bellísimo que tendría cuando esta magnífica Capilla se construyó? No parece sino que las Harpías se han empeñado en ensuciar poco o mucho casi todas las excelentes obras que por fortuna existen del mejor tiempo de las Artes dentro de las Iglesias.
76 La escalera principal del Convento tiene una suntuosidad correspondiente a la Capilla ya descrita, sosteniéndola catorce columnas de orden dórico. Las pinturas del Claustro son de un tal Quintana, obras de poca entidad: vámonos a otra parte, y recorriendo las demás Iglesias, digo que el edificio de la Colegial se empezó con magnificencia, como lo demuestran las labores de algunas ventanas, las de una de sus dos portadas, hechas por el estilo delicado del tiempo de Carlos V. La otra ya es a imitación de las que hay aquí del de Felipe II.
77 Sería largo contarle a V. todo lo que aún permanece en esta Ciudad perteneciente a aquellos reinados, y feliz época de las Artes, como se ve en Iglesias, Casas, Conventos, Hospitales, &c.
78 El Colegio que fue de Jesuitas con el título de San Ignacio, y su edificio que permanece en el espacio que llaman el Ejido en el lado oriental de la Ciudad, manifiesta la generosidad del fundador Don Antonio Raya y Narváez, Obispo del Cuzco, y natural de Baeza. Está su sepulcro al lado derecho del retablo mayor, en el cual se expresa haber hecho esta fundación el año de 1592, y haber muerto de 76 años de edad a 20 de Junio de 1606.
79 La portada de esta Iglesia es de dos cuerpos, el inferior dórico con cuatro columnas, y en las metopas se figuran las cabezas de los cuatro animales, símbolos de los Evangelistas: acompañan dos estatuas alegóricas bien ejecutadas. El segundo do cuerpo es de dos columnas jónicas, con un bajo relieve entre ellas. El retablo se compone de cuatro columnas corintias en el primer cuerpo, y de dos compuestas en el segundo. Todo acompaña a la suntuosidad de la portada: muy buena Iglesia, con su linterna adornada de columnas; pero el resto del edificio ha padecido mucho.
8o La Iglesia de las Agustinas, intitulada de Santa María Magdalena, tiene una portadita graciosa del orden dórico con figuras en las enjutas del arco: encima hay un segundo cuerpo de orden compuesto con un bajo relieve de la Santa titular: otras Iglesias también tienen portaditas de esta clase; y por lo respectivo a las demás obras, la que llaman de la Cárcel es edificio magnífico, enriquecido de ornatos por el estilo de Alonso Berruguete, aunque lo creo de otro gran Artífice, que ya llegará el caso de nombrarle. Sobre la puerta se lee: Esta obra se hizo por mandado de los muy ilustres Señores Baeza, siendo Corregidor de ella el muy ilustre Señor D. Juan de Borja, año de 1559- La portada de columnas compuestas, los escudos de armas del Señor Carlos V. y de la Casa Borja, las figurillas, medallas, arcos sostenidos de columnitas que es la forma de las ventanas, y otros ornatos, con el caprichoso pentágono de una esquina; todo se hizo con exquisita delicadez, y debía haberse tenido gran cuidado de su conservación.
81 Merecen una vista la puerta, o arco que llaman de Baeza, y la puerta de Córdoba, ambas adornadas según el expresado estilo de Berruguete, o del tiempo de Carlos V, cuyo escudo de armas se ve puesto en varios de estos edificios, como También en el de la Puerta de Úbeda, la cual consta de dos columnas compuestas en el primer cuerpo; el segundo tiene decoración jónica, y el citado escudo de armas en el medio, con el Plus ultra. De todo esto, y de otras varias cosas que omito de Baeza por hablarle a V. de Úbeda, donde las hay igualmente buenas, se puede colegir la opulencia de ambas Ciudades en los siglos quince y diez y seis; los buenos Profesores que aquí trabajaron, y el gusto que reinaba en los que gastaban su dinero en obras.
82 De Baeza a Úbeda solo hay una legua, pero de mal camino, particularmente en los inviernos lluviosos. No parece bien que tan corta distancia, de precisa comunicación entre dos Ciudades como estas, se esté así años y más años, pudiendo haber convertido este camino en un paseo muy delicioso. Puede darse que no esté lejos su compostura.
83 Al salir de Baeza se deja a la derecha el Ejido, que es un espacio al modo del Campo grande de Valladolid, donde hay algunos edificios que son parte de la población. Hay También a la salida una fuente de agua abundante, y exquisita, y se va siguiendo por la ladera de la famosa Loma llamada de Úbeda, hasta dicha Ciudad. Antes que yo se la describa a V. lea la relación adjunta, a la cual puede prestar entera fe, y disimular alguna expresión que le parezca exagerada.
Rutas seguidas por Antonio Ponz en sus viajes

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He adoptado el texto, tomado de las páginas 108-120 del tomo XVI de la obra cuya portada reproduzco, a la ortografía actual del español con objeto de no obstaculizar su lectura. ANTONIO CHICHARRO