ENTREVISTA A ELISEO FERNÁNDEZ CUESTA

ENTREVISTA A ELISEO FERNÁNDEZ CUESTA, AUTOR DE LAS PUERTAS DEL DESIERTO

“En mis personajes hay mucho de autobiográfico”

Elíseo Fernández Cuesta, ganador del X Premio Genil, acaba de publicar su novela Las puertas del desierto. La presentación tuvo lugar en la Sala de la Muralla durante la tarde de ayer. Justo Navarro se encargó de hacer la introducción.

-¿Cuál ha sido la motivación principal a la hora de escribir este libro?
-El libro parte de un trabajo de antropología con los musulmanes, sobre todo con los conversos al islam. Esto me produjo un interés bastante intenso sobre la cultura islámica y sobre el sufismo. Una parte de este libro tiene el interés de expresar todo lo que entiendo que es la cultura islámica, el sufismo, la vida de los musulmanes; de los musulmanes conversos... Luego hay otra parte que se centra más que en la cultura islámica, en nuestra propia cultura, y es mucho más intimista. La motivación ahí es fundamentalmente expresar una serie de vivencias y emociones; e integrarlas en este universo de cultura islámica.

-Aparte del interés dramático que pueda tener la obra, tiene un importante interés divulgativo...
Exactamente, porque es una novela que está totalmente de actualidad, que habla de terrorismo islámico y que intenta en parte explicar las causas y las motivaciones y la forma de actuar de los islamistas; explicándolo no desde el punto de vista occidental, convencional y simplista; sino más bien desde dentro, desde su propia cultura y desde su propia visión.

-La novela hace hincapié en que los personajes tienen un destino ineluctable. ¿Cree usted realmente en el destino o es una herramienta para construir la novela?
-No, es para construir la novela fundamentalmente, en el sentido de que, como ocurre en el islam y en el sufismo, el destino es la voluntad de Alá, y cada persona tiene su propio sino y poco puede hacer por cambiarlo. Lo mismo que ocurre para el musulmán y para el sufí ocurre también para el personaje literario. Los personajes están abocados al destino que les quiere marcar el autor. Por tanto, hago ese paralelismo. De todas formas, no tengo una opinión clara en ese aspecto. No sé de manera objetiva, fuera del contexto de la novela, hasta qué punto estamos abocados a un destino. No sé en qué medida este destino es inexorable o si podemos nosotros cambiarlo.

-¿Cuál es el objetivo fundamental de la novela?
Uno de los objetivos es hacer un paralelismo entre la realidad concebida por un sufí y lo que se supone que sería la realidad de un personaje literario. A lo largo de toda la novela se va desarrollando, hasta el final.

-¿En qué se ha basado para construir sus personajes?
-En mis personajes hay mucho de autobiográfico. El escritor tiene que buscar en lo más recóndito de sí mismo; casi rozando la piel de subconsciente o introduciéndose directamente en él. Debe buscar en sus experiencias (reales o imaginarias), en sus recuerdos, en sus sueños, en sus lecturas; ya que todo se reduce a eso. Cuando se indaga en ese terreno se descubre que tenemos dentro de nosotros casi cualquier cosa: los sentimientos, las emociones, los instintos más insospechados. Aunque sea de manera fugaz, casi todo ha pasado por nosotros. A la hora de construir los personajes hay para mí dos vías fundamentales: la búsqueda y la introspección dentro de mi propia historia; y la observación de musulmanes y otros personajes, fundamentalmente mediante entrevistas.

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La Hojarasca. Boletín de la XXXVII Feria del Libro de Málaga, número 8, Año II, p. 3.